Una de las cosas que he aprendido en la Cumbre virtual del error, en la que he participado como ponente y usuaria, es que aunque nadie escarmienta en cabeza ajena, las experiencias de los demás inspiran y ayudan como referencias de que algo es posible. Los testimonios se recuerdan mejor que la teoría. Así que como Cuento de Navidad, hoy voy a dejarte el mío.
Cuando tienes un espíritu aventurero, sales de la oscuridad del bosque hacia el arco iris de luz. Esta postal me llegó esta semana de una gran amiga, desde Suecia, un país donde ahora pasan un invierno muy oscuro. Pero las semillas germinan en la oscuridad. Cada vez que nos movemos hacia lo nuevo con un espíritu curioso, abierto, inocente y vulnerable, las cosas más pequeñas de la vida pueden convertirse en una gran aventura. Sin embargo hay veces que la vida nos obliga a despertar ese espíritu que se durmió a base de mandatos restrictivos.
Mi crisis existencial mas larga y ancha, empezó a los 37 años. La vida es cambio y requiere actualización que se presenta empujando fuerte cuando tienes que desarrollar tus potenciales. El ritmo y la duración depende de muchos factores: tus resistencias y las ayudas que busques, son dos que para mí han sido importantes.
Aunque la incertidumbre está presente en todas las crisis, en esta ocasión fue intensa y dura. Comenzó con mi tercer embarazo, con el que me di de baja de mi trabajo en varias ocasiones, por motivos físicos que me impedían estar sentada las horas de la jornada laboral. Luego decidí tomarme 3 años de excedencia en mi puesto, para cuidar de mi tercera hija y al llegar el momento de reincorporarme, no sentí hacerlo. Tuve que tomar una decisión al respecto sin tener claro cual era el camino alternativo. No tenía claridad de itinerario profesional porque todo el modelo de trabajo estaba en crisis socialmente y yo lo sentía así en mi interior. Pero la crisis que subyacía a la cuestión laboral, era en primer lugar de identidad como mujer en rol de madre. Crie a mi segundo hijo con la experiencia estresante de la doble jornada de madre trabajadora, pagando a otra mujer para que lo cuidara hasta que fue a la Escuela infantil con año y medio. Tuve claro que que no lo iba a hacer con la siguiente, pero lo que no esperaba fue mi rechazo a reincorporarme al puesto cuando finalizaron los 3 años de excedencia. Este rechazo era muy visceral, no se atenía a razones de conflictos en el ambiente de trabajo, sino de falta de estímulo en la actividad, y de rechazo a la doble jornada de madre y trabajadora. Conforme se aproximaba la fecha, el conflicto crecía y la mente quería buscar propuestas alternativas pero ninguna idea era certera, en cuanto a dedicación que me brindara seguridad material, ni tampoco podía definir una profesión alternativa en ese momento. No tenia claro lo que quería , solo lo que no.
La decisión la tomé un día que me di cuenta que era el miedo la única razón para volver a mi puesto. El miedo al fracaso. Qué tipo de fracaso? el del modelo de mujer de la época: miedo a no ganar dinero, a ser ama de casa dependiente del marido. Un día me levanté sin miedo. La vida me regaló esa experiencia. Aunque solo duró un día, me sirvió para decidirme. Yo no sé cómo pudo suceder, fue un regalo y me dio la claridad para discernir lo que quería o mejor dicho lo que no quería realmente, porque el miedo me tenía sumida en un conflicto de indecisión. Entonces vi que aunque mi alternativa laboral no estuviera clara, mi orientación en la acción sí y ya llevaba dos años explorando la alquimia con las plantas, aceites esenciales, elixires florales en cremas y ungüentos y dando respuesta a una inquietud que desde muy joven afloró en mí: la salud natural. Tomé las riendas de mi autocuración en mi adolescencia, devorando libros tanto de psicología aplicada como de remedios naturales cuando tenía dolores físicos o emocionales y autogestionando mi salud. Así que ahí tenía una vocación y quería regar esa semilla. Aunque estudié la carrera de psicología no me veía en posibles puestos convencionales que la sociedad me ofrecía, y ya había tanteado. Mi inquietud era más amplia y podía completarse con mi experiencia y mi espíritu autodidacta.
Así que decidí dedicarme a recibír en mi Taller y Consulta que abrí en 2009, a quien resonara con el poder sanador de la naturaleza. Al estar en el mismo Patio que habito, me permitió durante años conciliar mi rol de madre y la vocación profesional. Aprendí mucho y lo he ofrecido a otras personas. Desarrollé y ofrecí productos y servicios personalizados en el campo de la salud holística, en la medida que los iba descubriendo para mí y comprobando su eficacia. Pero te confieso que no ha sido un camino de rosas, aunque mi vida está inundada de flores, jajaja.
Por cierto, aprovecho para dejarte uno de mis Canales de youtube: Las flores que te habitan, al final de este artículo. para que conozcas mi Patio y mi afición por las plantas.
Una crisis a mitad de tu vida, te puede poner todo patas arriba, empiezas por un tema y revisas todos los relacionados. Te venga de sorpresa o la elijas de forma voluntaria. He tenido que lidiar con todas mis creencias anteriores acerca del trabajo, la economía, las relaciones, la salud y el sentido de la vida a lo largo de 10 años. He tenido conflictos internos y relacionales para actualizar todos mis programas y valores, recorriendo el camino de mujer víctima de los modelos establecidos, a mujer que conquista su libertad día a día, comprendiendo que esto es un proceso y no una meta absoluta. He meditado, trabajado, reído y llorado, en compañía y soledad porque la maduración, se hace en soledad y esto no es malo aunque nos lo pintaron como drama terrible en las películas. Son momentos de transformación interna y nadie te puede salvar de tu proceso, porque es contigo misma. Tras 28 años participando en colectivos sociales, educativos, reivindicativos y espirituales, aprendí que el camino del autoconocimiento no es grupal, puede facilitarse por otros, pero es personal. A través del grupo familiar y social, hacemos la ida, la inculturación, y de forma individual, con tu experiencia propia, la vuelta a tu Esencia, a quien realmente eres y a cómo quieres expresarte en esta etapa de tu vida. Claro que tenemos una dimensión social que nos conforma, así como biológica y universal también, somos multidimensionales. Pero en tu crisis existencial, que afecta a tu identidad, te tienes que poner de acuerdo contigo en primer lugar y después con los demás. Puedes usar el método que quieras pero es hacia dentro y luego hacia fuera .
(Este webinar está disponible gratis, junto a otros, que ofrecí este año, en la pestaña de Webinarios del Menú que encabeza este artículo).
Algo importante que quiero contarte es que actualicé la idea de moda de que "siguiendo al corazón todo se vuelve más fácil". Lo creí, pero esta afirmación te confieso que tiene sus matices. Claro que me siento más viva que si hubiera elegido seguir en aquel trabajo y modelo de mujer que en mí caducó, y que sentía un camino sin salida. Cierto que se manifestaron muchos recursos que necesité cuando me lancé al camino. Pero si llego a saber en aquel momento los desafíos que me esperaban, no lo hubiera soportado. La conciencia es proporcional a lo que puedes manejar en tu vida y se desvela progresivamente para no abrumarte. Entonces, yo necesitaba creer que el camino del corazón iba a ser un camino de disfrute porque estaba agotada de una vida llena de mandatos externos, de trabajar para ser la mujer perfecta, y había que esforzarse mucho para lograrlo. Hubo disfrute, sí, y problemas también. La sorpresa es que dejé de enfrentarme a los mandatos afuera, para encontrarme con que los había interiorizado. Seguía sufriendo por mi propio juicio interno y sus expresiones fuera. Así que te advierto que elegir conquistar tu libertad es un camino externo e interno progresivo y no tiene que ver solo con la economía, o tus horarios, sino con todos tus condicionamientos, programas biológicos y de tu clan familiar, que empiezan a desfilar por ti y tu realidad a modo de impulsos y pensamientos, y escenarios, para que los actualices. Aquí radica la incomodidad. Seguir el corazón como hace un niño es fácil y agradable, pero el adulto ya tiene descargada la programación familiar que a su vez es social, que lo autocontrola y provoca resistencia al cambio en cada paso que se sale de lo establecido. Descubrirla y actualizarla es la parte incómoda del camino que no vende tanto en las invitaciones de Se tú misma, pero que es inevitable si quieres seguir adelante. Primero sufres por tratar de encajar en un molde, un rol social y luego sufres porque te sientes bicho raro, mientras elaboras el tuyo propio. La búsqueda de ti misma, es un camino incierto, sí, habrá peligro, habrá una gran aventura con riesgo de perderte y no llegar a la meta, pero la búsqueda te hará crecer. Y te aseguro que la vida te da todo lo que necesitas en tu camino, lo que pasa es que no lo ves. Abre bien tus ojos y mira donde no sueles mirar, para descubrirlo.
De la incertidumbre a la nueva identidad. La otra cuestión importante que he aprendido es que a los dones, las habilidades, la experiencia que dispones, hay que darle formato y circuitos para poder intercambiarlos con otras personas. Hay una primera etapa en la que te dejas llevar por lo que te fluye, te apetece descubrir, explorar, aprender, estas permitiendo que salga lo esencial de tu corazón y limpiando interferencias. Pero no puedes quedarte por siempre sin acotar la generación y el fluir. Por ejemplo me gusta cuidar las flores, pero para compartir esta pasión y que sea fruto de ingresos, tengo que darle una forma práctica para compartir mi experiencia con alguien que quiera aprender sobre ellas o beneficiarse de sus propiedades, y poder hacer un intercambio. Esta forma tiene que estar dentro de las posibilidades que me brinda la sociedad en la que habito, que también está en cambio.
Así estamos, en momento de cambios globales. Pero como se trata de que tú gestiones tu vida y no el planeta, solo tienes que hacerte cargo de tu parcela, poniéndote en coherencia contigo misma. No todo el mundo tiene crisis a la vez, ni de la misma intensidad, ni de los mismos temas. No todas las personas sienten hacer cambios simultáneos porque la realidad es una macro estructura que necesita que unos den estabilidad para que otros puedan cambiar. De hecho mientras unos se acuestan otros se levantan, mientras unos nacen, otros mueren, etc. Se puede echar una casa abajo de golpe o se pueden hacer reformas progresivas. En mi sistema familiar, mi marido y la ayuda de otros familiares que confiaron en mí, sostuvo la familia en mi proceso de cambio. También ellos tuvieron que actualizar sus creencias a consecuencia de mi decisión, porque yo la tomé sin contar con su acuerdo al principio y me arriesgué a una ruptura de pareja, (la crisis de pareja la dejamos para otro día). El cambio personal repercute en lo social inevitablemente porque estamos vinculados, pero hay reequilibrios globales de los que te haces cargo indirectamente, nada más que ocupándote de tí, porque ya hay un inconsciente global que lo maneja. Al igual que ocurre en lo micro. (Sobre lo micro hice este webinar en abril, en el primer confinamiento COVID en España. Si te interesa ve a la pestaña de webinarios. No lo linkeo para que no pierdas el hilo del artículo).
Necesité años fuera de lo establecido, observando que mi actividad no quiere encorsetarse. Entonces no pude legalizar mi cosmética natural, por no querer meterme en un laboratorio formal, ni cristalizar fórmulas naturales, que yo siento actualizar cada vez que las hago, al personalizarlas. Así que hice sólo servicios de cercanía y de confianza por años. El camino se define tanto por los síes como los noes. Los límites nos orientan y modelan. Sin límites que den forma y definan tus potenciales, no puedes funcionalizar tus dones para los demás. Puedo saber muchas cosas útiles, pero sin estructura ni formato, no puedo ofrecerte un Curso, una Consulta o una Crema. Aquí es donde se empieza a salir de la incertidumbre. Cuando se desmorona una estructura, la libertad es máxima y la incertidumbre también. En tu segunda fase de la crisis, cuando empiezas a generar otra nueva estructura, ambas disminuyen. Cuando dejas una etiqueta para coger otra ya creada, el cambio es rápido, no hay incertidumbre y la crisis es mínima. Por ejemplo cuando cambias un trabajo por otro inmediatamente o sales de una relación y comienzas otra. Cuando no sabes como se llama lo que sientes hacer, el cambio es progresivo y navegas en la incertidumbre de la falta de identidad, pero tu libertad es mayor. Vives generando piezas de puzzle que en algún momento se armará.
Tras definir lo que quieres hacer y en qué formato sería útil para otras personas. Tienes que pensar cómo vas a llegar a ellas. Un ejemplo relacionado con generar circuitos entre vocación y ganar dinero: empecé a hacer videos para compartir mi experiencia con las flores de mi patio, en el canal de youtube que verás más abajo, y hasta el cabo de un año no se me ocurrió usarlo para probar formas de hacer intercambios de valor por ello. Eso no lo inventé yo, ya hay gente que gana dinero por internet, pero puedes pagar a un profesional para que te enseñe cómo se hace si lo tienes claro, o andar tú el camino a tu ritmo, según tus posibilidades. La segunda opción es más lenta pero te da más experiencia y aprendizaje. Cuando estas sumergida en en tu crisis te vuelves más lenta para procesar nuevos circuitos. Si tienes dinero ahorras tiempo, si no, tienes que generar tú el circuito a tu ritmo. Tienes que valorar qué circuitos vas a generar por tí y cuáles vas a pagar por aprender lo que hicieron otros profesionales antes. Yo decidí en 2019, pagar para aprender a generar un circuito digital como Terapeuta online, dando otro paso más para ofrecer mis servicios como profesional. Este 2020 estoy profundizando en cómo ofrecer formación online, para que aumentes tu autogestión de la salud. Proceso que no ha concluido aún.
Te cuento mi experiencia de una crisis larga y ancha, cuyo potencial es que puedo comprenderte mejor en la tuya y facilitarte recursos. La comparto como balance de un ciclo, no solo de un año, un ciclo que comenzó con una decisión de regar algunas semillas de mi corazón y que se ha ido definiendo poco a poco, con sucesivas decisiones. Una nueva estructura de identidad se fue modelando y los contenidos, sus frutos, seguirán creciendo y ensayando formas y circuitos para compartirlos contigo.
Hace un año que abrí esta web, como ventana al mundo, para ofrecer a más rincones del mismo mis diferentes dones. Empecé a explorar formatos para ofrecerlos: Artículos semanales a través de este blog, videos de youtube para ilustrarlos, webinarios gratuitos, programas y consultas individuales. Todo ello puedes encontrar en el Menú del encabezamiento.
Ando inmersa en un proyecto de formación online para que aprendas a hacer tu Cosmética facial holística pues quiero compartir contigo mi disfrute y pasión por la Alquimia, faceta que desarrollé de forma genuina. El autocuidado es una cualidad que promuevo en mis clientas y todas queremos estar bellas, sanas y felices en la madurez. Te lo cuento ahora, para compartir que los procesos tienen su ritmo, siempre más lento que la mente que los diseña. Si no está para para Reyes será para la Candelaria, pero no más allá, te lo prometo, jajaja.
Después de un año de ofrecerte recursos según mi intuición, me gustaría que me dijeras qué temas te preocupan y quieres que aborde relacionados con la autogestión de tu salud física, emocional y psicológica. Esto me servirá para darle contenido al 2021 a tu medida.
Aquí te dejo un cuestionario que me llegará cuando lo rellenes y des al botón de enviar,
Muchas gracias por tomarte unos minutos.
Como agradecimiento, si has rellenado el cuestionario anterior, te quiero hacer un regalo para conocernos y orientarte en tu crisis de madurez. Escríbeme a mi correo para pedirme cita, el regalo es hasta fin de año: info@mariangelesarqueropardo.com
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Te enviaré una meditación muy potente para alinearte con tu mejor futuro.
Ya solo me queda desearte FELIZ SOLSTICIO Y NAVIDAD!
Porque puedes nacer de nuevo!
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