Debido a los cambios que atraviesas en tu vida, te puedes hallar inmersa en una crisis existencial. ¿Cuáles son los síntomas y cómo salir de ella? Vamos a verlo.
Al cambiar tus circunstancias: tu rol en la familia, tus relaciones, el empleo o dedicación, tu estado de salud, los cambios hormonales en la menopausia,... tu cuerpo y mente deben adaptarse a los mismos y puede vivirse a modo de crisis, a la que se le llama existencial cuando te lleva a revisar el sentido de tu vida porque sientes que lo has perdido.
Veamos algunos ejemplos de cambios que la pueden desencadenar:
Tus hij@s van creciendo y no requieren que los atiendas como antes, o se fueron de casa.
Te sientes distanciada de tu pareja, en conflicto, o has vivido una separación.
Falleció o enfermó algún ser querido muy cercano.
Se fueron o te fuiste a vivir a otra ciudad.
Cambiaron tus condiciones en el trabajo o en tu rol de madre/ama de casa.
Algún asunto de salud te condiciona o limita.
Reajustes físicos y emocionales de la menopausia.
Con una de estas circunstancias es normal que te sientas confundida o que atravieses un duelo, pero si se unen dos o más, es fácil que se desencadene una crisis existencial, que se vive como:
Confusión, falta de sentido o propósito.
Soledad, aislamiento.
Apatía, insatisfacción, tristeza, que puede alternar con...
Ansiedad, estrés o angustia en tu quehacer cotidiano.
Interés por preguntas existenciales: el sentido de tu vida y origen de la existencia.
Etapas de la crisis existencial
1. Reflexiva/ buscadora.
Al perder o cambiar tus referencias, lo que te daba estabilidad en el día a día, además de vivir el duelo, se activa un interés trascendente. Es una etapa que te puede llevar a interesarte por lo espiritual, filosófico, metafísica, psicología, en búsquedas de soluciones de diversa índole que te enriquecen mucho, dándote respuestas a nuevas preguntas que quieren darle sentido al dolor emocional. El tiempo de duración de esta etapa depende del impacto de los cambios que estés viviendo o hayas vivido. Cada persona tiene sus tiempos, no es bueno compararte. Hay que respetarlo, pero también descubrir si quedaste atrapada en un bucle.
2. Acción/nuevo rol
Tras un tiempo, en algún momento notarás que tras este periodo reflexivo, sientes la necesidad de recuperar orden en tu vida cotidiana, tu energía se enfoca hacia la acción, `pero aún no sabes bien para dónde ir. La forma real en la que sales de una crisis, es cuando vuelves a tener referencias concretas, tu espacio y tu tiempo vuelven a estar orientados. Es decir redefines tus roles y tus ocupaciones. Esto requiere de un proceso de toma de decisiones, orientarte hacia metas y planificar tu tiempo cotidiano. No ocurre de golpe. Incluso estas llena de dudas e inseguridades. Porque tienes que ir generando una nueva vida, en pequeña o gran escala, según sea tu caso. En general, las mujeres estamos muy orientadas a los cuidados y deseos de los demás. Y cuando desaparecen, sentimos vacío. Es el momento de enfocarte en tus autocuidados y deseos personales como primer paso.
¿Cómo salir de la crisis?
1.Genera tu espacio propio
Una de las situaciones frecuentes en mis consultantes, saliendo de la etapa de crianza, conviviendo en pareja, o con cuidados a mayores, es no tener un espacio propio en casa.
Consideras toda la casa tuya pero no hay un lugar en el que puedas desempeñar una actividad en intimidad. Usas el salón, la cocina, el cuarto de la plancha, la terraza, que son lugares comunes o vinculados a otros usos domésticos, o incluso la cama, o el baño, como único espacio para leer o ver una película. A ver, si no tienes más remedio, vale...
Incluso si vives sola y tienes toda la casa para ti, define cual será ese espacio de encuentro contigo misma, de reflexión, meditación, trabajo personal.
Es importante crear tu espacio para hacer otras cosas que no sea responder a las necesidades de los demás o a las inercias de hábitos antiguos. Un espacio para darle curso a tus deseos y diferenciarlos de las necesidades o deseos de otros.
Una vivencia ligada a las mujeres sentirnos fusionadas emocionalmente con los demás, la pareja, hijos/as, familiares muy cercanos, o mascotas, por lo que nos volvemos muy controladoras de sus espacios y sus vidas. Por ejemplo a través del orden y limpieza, porque sentimos toda la casa nuestro territorio, (incluso sus cuerpos).
Es frecuente en la 2ªetapa de acción de la crisis, sentir la necesidad de limpiar u ordenar la casa. Es bueno porque también te ordenas en tu mente cuando lo haces. Pero si te vuelves obsesiva, llega un momento en el que se prolonga por inercia y te estas dando cuenta, es hora de valorar tus nuevas posibilidades: ¿Dónde colocar ahora tu energía y foco?.
En muchas ocasiones habilitas tu espacio fuera de casa, por ejemplo para hacer deporte, bailar, relacionarte, pero hay otras posibilidades que quizás puedas realizar dentro, como leer, meditar, pintar, bailar, formación online, que no requieran salir de casa y es necesario que busques tu lugar y lo acondiciones para estar cómoda, íntima. Una ubicación en la que harás cosas nuevas que quizás aún desconoces.
2. Organiza tu tiempo
¿Cuándo te dedicas ese espacio? para tu autocuidado, o practicar eso que te gusta o has decidido que quieres hacer o aprender?
¿Lo tienes planificado en tu agenda, a una hora del día y con una frecuencia a la semana?¿Lo dejas para el final del día?
Claro que si lo postergas, al final estás cansada, somnolienta y ya no tienes energía, o no te apetece.
Crear una nueva rutina cuesta, ya lo sabes. Pero una vez creada, es fácil mantenerla. Lo que a mí me ayudó fue usar un programa. Yo me apunté a una propuesta de crecimiento personal online cada mañana a las 9h. Ya sabes que es más fácil introducir un nuevo hábito cuando te sumas a algo estructurado o colectivo, por ejemplo ir al gym o a clases de algo, a una hora concreta. Si no puedes sola, hazlo con alguien más. Incluso con una amiga, cada quien en su casa a la misma hora, así creas el compromiso.
Si aún no sabes qué hacer con tu vida
Sientes el vértigo o miedo a la incertidumbre, o si tienes tantas ideas y deseos que no sabes por donde empezar. Crea tu lugar y tu tiempo para ti misma con una frecuencia diaria o semanal, para hacer aquello que deseas o tienes postergado. Si no sabes de qué se trata aún, o por dónde empezar, ese es tu objetivo: clarificarte.
3. Usa ayuda profesional.
Puedo ayudarte a ello compartiendo recursos que a mí me ayudaron y a otras mujeres también.
1. Para comenzar a orientarte, realiza esta meditación. (Si estás suscrita a mi Blog, ya la tienes).
2. Usa este Recurso de trabajo personal online para redescubrirte y ver cómo reinventarte. Te servirá para darte propósito y orden en los pasos a dar. Pincha aquí abajo, te explico en qué consiste. Lee el testimonio de otras mujeres como tú que ya lo hicieron:
21 sesiones de una hora en 7 semanas, 3 días/semana.
(Podrás adaptarlo a tu ritmo).
3. Si prefieres acompañamiento en Consulta individual (presenciales y online), usa el Pack de 4X3, con el Programa:
Si eres amante de la naturaleza, decirte que utilizo de forma opcional y complementaria, Elixires florales como las Flores de Bach y aromaterapia. Los elixires son facilitadores de los procesos físicos y emocionales, acelerando tu evolución. Son inocuos y están reconocidos por la OMS. La aromaterapia es una forma natural de equilibrar emociones.
Comments