¿Qué hacer cuando estás agotada o con dolor de cabeza de tanto pensar? contracturas ocasionadas por la preocupación, insomnio, no puedes concentrarte en tus tareas, por esa tortura que te ocasiona ese pensamiento repetitivo. Hoy te traigo 4 propuestas de alivio y solución.
Cuando la mente se vuelve pesada, recurrente, obsesiva. Puede tener diferentes desencadenantes y grados de intensidad. Una tarde que pasas dándole vueltas a algo que dijiste o te dijeron en la mañana. No duermes bien y te desvelas revisando algo que tienes que hacer próximamente. O incluso días y semanas enteras, rumiando un asunto que no puedes digerir, o no sabes cómo hincarle el diente.
La mente está a tu servicio pero a veces parece que va de independiente, un caballo desbocado que tienes que domar. En realidad se trata de programas biológicos y culturales que debes conocer para poder bajar el volumen. Todo lo que te ocurre en el cuerpo sin que tú lo dirijas voluntariamente, es un programa biológico que ha comprobado su eficacia a lo largo de la evolución. Puede ser molesto pero no es un error. Y de una forma u otra, trata de conducirte a la solución de algo que ves como problema. Su alto nivel de intensidad solo pretende que resuelvas algo. La cuestión es si podrías hacerlo con menor sufrimiento, actualizando el programa.
Te propongo 4 estrategias para aquietar tu mente, pasar del modo automático al modo consciente:
1. Aromaterapia y automasaje: Es una estrategia para atender al presente a través de los sentidos y volver a tu centro, a través del autocuidado.
El olfato tiene la capacidad de relajarte muy rápido porque pertenece al sistema cerebral más arcaico. así que puedes usar aromaterapia con aceites esenciales florales como : lavanda, ylang ylang, violeta, jazmín, rosa, combinados con un aroma amaderado o de más densidad, como incienso, vainilla, mirra, cedro, patchouli, o vetiver. Elige y combina uno de cada grupo al 0,5 y 0,25% respectivamente, según tus preferencias olfativas, en un aceite portador. El automasaje atrapa tu atención a través del tacto. Sentir contacto en la piel, aunque sea propio, también baja el nivel de estrés mental. Verás cómo te calmas y notas una sensación de sostén y fortaleza interior. Una vez te has tranquilizado de forma natural, el "problema" no se ha solucionado pero te encuentras en mejor disposición de abordarlo, al poder descansar, dormir, y ocuparte de él cuando tú lo elijas, no durante todo el día. En este video te hago una propuesta práctica de aceite de masaje calmante (que además es antiarrugas):
2. Meditación: no es complicado meditar. Si no lo hiciste nunca, hay muchas propuestas guiadas. Yo tengo una lista en mi canal llamada Mindfulness. Pero te sugiero la más fácil, la meditación en movimiento, en tu vida cotidiana. Mientras haces cosas que no requieren o atraen tu atención, como pasear o limpiar, es cuando la mente vuelve a rumiar lo suyo. Se trata de darte cuenta de lo que piensas y luego darte cuenta de que te das cuenta. Entonces has activado una observadora de tu personaje. Te has disociado. Y puedes preguntarte, si realmente, eso que le preocupa a tu personaje es tan alarmante, si es tan peligroso, si es tan ideal eso que debiera hacer, si es tan fatal si no lo hace, etc. Y lo invitas a ampliar su mirada, soltando las orejeras que lleva puestas por el programa, en este caso cultural y familiar. Con este ejercicio tomas una perspectiva mayor relativizando tu sistema de creencias y abriéndote a nuevas soluciones. Tras dedicarle un rato a observar tus pensamientos, de forma voluntaria, será más fácil llevar tu atención a lo que te rodea en ese paseo, o lo que tienes entre tus manos si se trata de una tarea.
3. Elixires florales: El castaño blanco es el elixir del Sistema de Bach, indicado para la tortura mental. Si atraviesas una etapa en la que tu interés por el presente no es tan intenso como para atraer a tu mente, y tu atención está siempre en el pasado o el futuro, pero con preocupaciones y tormentos ante los que nada puedes hacer. No puedes concentrarte en tu trabajo, tareas, o en los placeres cotidianos. Indicado para falta de atención, confusión, mirada pérdida y fija, dolor de cabeza. Y para facilitar la meditación.
Generalmente se toma vía oral, pero también vía tópica, añadido a una crema, o pulverizando en ambientes. Puedes adquirirlo en un herbolario o a través de un/a terapeuta floral, como es mi caso, que podría combinarlo con otras flores según la naturaleza del tono emocional de los pensamientos que se repiten. Normalmente se rumia algo que produce emociones como inseguridad, ira, celos, miedo, autocompasión, etc.
4. Estrategia "De la idea a la acción":
Decides el día y la hora que le vas a dedicar a solucionar eso que tantas vueltas te da en la cabeza. Y quizás deba ser más de uno si se trata de algo de mucha envergadura.
Tomas lápiz y papel y describes tu situación actual preocupante y tu situación ideal.
Te preguntas, ¿qué puedo hacer yo para llegar a esa situación ideal? Escribes todo lo que se te ocurra, por ti misma o contando con ayuda de otros o de profesionales. Valoras lo que estás dispuesta a hacer realmente, y lo que no, lo tachas.
Trazas un camino con diferentes etapas, en el que en el punto de partida está tu situación actual y en la meta está tu situación ideal; ordenas tus ideas en forma de tareas para alcanzarla, por orden de prioridad o necesidad, a lo largo del camino.
Ahora solo te queda tomar tu Agenda y anotar en ella cada tarea, cuándo vas a hacerla. Lo que no está en tu mano no podrás cambiarlo, el resto sí. Aquí toca soltar el control y aceptar que las limitaciones de la vida también nos conducen a nuevos potenciales. Pero lo que está en tu mano, pasará de haber sido rumiado en tu mente, a dar fruto, manifestarse,a través de un proceso de planificación y acción.
Espero que te sea útil.
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